Sonando: YO NO ME LLAMO JAVIER (Toreros Muertos)
Hace unos 1006 años, yo era un joven fornido y atractivo que trabajaba en una sucia mazmorra. En aquel tiempo, algún lumbrera tuvo la infeliz ocurrencia de poner a trabajar conmigo a un tal David. Rápidamente David y yo congeniamos y formamos una peligrosa sociedad dedicada principalmente a tirar tejos a todo elemento femenino, meternos frugales desayunos al salir del curro compuestos de bravas, chocos y birras entre otras cosas o cachondearnos a carcajada limpia hasta llorar de risa de nuestros propios errores en el trabajo (cosas tales como ingresar toda la recaudación de oficinas de caixa sabadell en banco sabadell…, a los de la caja seguro que también les hizo mucha gracia). Esta sociedad duró sólo unos meses, David encontró trabajo en el maravilloso mundo del parket y, no contento con abandonarme, me dejó una terrible maldición.
Mis problemas de identidad hasta aquel momento se habian reducido a confundir Iván con Juan, la gente escribe como el culo y siempre que me apuntaban en alguna lista llamaban a Juan, especialmente sangrante fue el día en que alguién nos dedicó una canción ("Cuando el mar te tenga" de "El Ultimo de la Fila")a un grupo de gente por la radio y el locutor dijo la lista de 5 o 6 colegas acabando con "…y Juannnnnnn" rematando la N para humillarme aun más.
A partir de que David dejó el trabajo, en aquella empresa yo pasé a ser David. El insigne señor Manuel Santaella (que hasta que le dieron el cargo de jefe del departamento nadie sabia a que se dedicaba en la empresa) se pasó años diciéndome "Hola David" cada vez que se cruzaba conmigo por los pasillos, también mi ex-compañero Amable (terminales, De la Mano-distribución) me saludaba efusivamente (demasiado efusivamente quizá) con un "Eeeeeeeeei Deivid que tal!". Cuando, con los años, entré en el comité de empresa y el señor Santaella fue nombrado jefe y se tuvo que sentar conmigo en una mesa de negociación, parece ser que David murió y se aprendió mi nombre (Amable creo que me seguiria llamando Deivid).
El otro día desayunando alguien se dirigió a mi como "David" y viejos fantasmas resucitaron, procuré no darle mucha importancia, pero la puntilla ha llegado hoy. He escrito un mail a una oficina bancaria, el mail no sólo llega a mi nombre, sino que lo firmo al final del texto…, pues bien, me han respondido con un "GRACIAS DAVID". ¿Voy a tener que meterme en el comité de empresa de nuevo para que la gente se aprenda mi nombre?…, no se, pero mis problemas de identidad van a más…, otro día cuento lo de los apellidos.
Puro_Trap. David.