Sonando: APATRULLANDO LA CIUDAD (El Fary)
Tal como prometí aquí empiezo a publicar mis relatos. En principio iba a empezar a ponerlos en orden cronológico pero no, los pondré en orden "Cojonlógico", es decir, como me salga de los destos… . El primer relato habla de uno de mis iconos, "EL FARY", Artista multidisciplinar, modelo a seguir y -porqué no decirlo- dios de todas las cosas (aunque la iglesia católica se empeñe en negar la evidencia).
El relato que están a punto de leer (espero), es seguramente el que todo el mundo se imagina que yo podia escribir. Totalmente desprovisto de moraleja, es una sucesión de acontecimientos surrealistas con un fino hilo argumental igualmente absurdo. El relato es uno de esos que va surgiendo a medida que lo escribes, fué una especie de desahogo imbecil. Vamos que me apetecia escribir algo y plagarlo de chorradas. Sin más, disfruten del relato, y luego me hacen un comentario de texto que esto entra en examen.
Paranoia Rastafary
Ay! Vaya Torito
Ay! Torito Guapo
Tiene Botines
y no va descalzo.
dudua dudua
HABLEMOS DEL FARY:
Aquella noche las gotas de lluvia caian como afiladas agujas en el oscuro y humedo callejon, aun así, el petreo rostro de "el Fary" se mantenia impasible. El duro "detective-cantante" apuró su cigarrillo (ducados light) mientras fijaba su vista en una escalera metálica que conducia a una puerta que parecia esconder una casa deshabitada. Una vez acabó de fumar, tiró la colilla y la aplastó con su pie izauierdo sobre el mojado asfalto de Nueva York, se aseguró de que su arma estaba cargada y a punto para cualquier situación y, acto seguido, se dirigio hacia la empinada escalera. Fary tomó aire y llamó, con la seguridad de que nadie le abriria.
– ¿Quien anda hay?
– Abre la puerta, tengo que hablar contigo.
– ¿Eres un "pasma"?.
– No, soy yo, "El Fary".
-¿Que quieres? -Dijo el hombre con una mezcla de temor y respetó-
– Abre la puerta y lo sabrás.
El callejón se quedo en silencio, sólo el sonido de las gotas de lluvia rompia la inquietante tranquilidad de las calles de Manhatan. Poco después se escucharon unos cerrojos y la puerta se abrió.. "Demasiado fácil", pensó el Fary mientras agarraba su magnum del 44. El valiente "detective-cantautor", entró con sigilo en la estancia. Una vez estuvó dentro la puerta se cerró con un sonoro portazo. Fary se giró levemente sin perder su posición defensiva. La oscuridad le rodeaba y no le permitia ver nada, pese a todo, "el Fary" se mantenia en tension agarrado firmemente a su revolver.
– ¿A que estas jugando Billy?
Pregunto el con voz firme. Nada. Silencio. De repente una sombra se avalanza sobre el "artista-justiciero". Fary se revuelve y le pega un tremendo gancho de izquierda, se incorpora rapidamente y nota como su cabeza roza con lo que parece un cordon colgado de el techo. Tira del cordon y una sucia bombilla hace la luz en la estancia a la vez que empieza a sonar la música de "El tumbalero". Alli en el suelo yacia Billy Corgan sangrando abundantemente por la nariz y mirando atemorizado a "el Fary".
– Yo no he hecho nada, ¿que quieres de mi?
– ¿Si no has hecho nada, porque me has atacado?
– …
– Bien, quiero que me contestes a unas preguntas…
– No hablare contigo -lloriqueó Billy-.
– Sientate aqui.
"El Fary" le colocó una desvencijada silla de madera justo debajo de la bombilla sin dejar de apuntarle ni un solo momento y le indicó con un gesto que tomara asiento. Billy accedió nerviosamente y se colocó muy despació bajo la atenta mirada del "investigador-tonadillero".
– Tranquilo Corgan, si colaboras saldrás de aqui entero.
– Dejeme en paz.
Ante la airada respuesta del joven, "el Fary" le propinó un sonoro culetazo con su magnum que casi tira de la silla a Billy y que dejó una brecha en su calva que empezó a a sangrar abundantemente..
– ¿Que quiere de mi? -Gritó-
– Sólo quiero saber el paradero de cierto objeto que desapareció la semana pasada.
– No se de que me habla.
– No disimules, estupido pelagatos tengo testigos que te vieron en el lugar de los hechos -dijo "el Fary" alzando considerablemente el volumen de su potente voz".
– ¡Yo no se nada!
"El Fary" propinó otro nuevo golpe con su revolver, esta vez en el lado izquierdo de la cara de Billy Corgan que esta vez si que consiguió tirar al joven de la silla, que se quedo en el suelo lloriqueando y pidiendo que le dejara en paz.
– Más te vale que hables, rápido, soplapollas, o se me acabará la paciencia. ¿Donde esta?
– No puedo hablar, me matarian.
– Si no lo haces, yo te daré el pasaporte.
– Usted no lo entiende…
El duro "detective-artistazo" apuntó con su magnum y disparó a Billy un tiro en su pierna derecha, lo que provocó una escalofriante gritó de dolor del joven calvorota.
– ¿Hablaras o no?
– Esta loco, esta loco…-balbuceó el Corgan sin dejar de agarrarse la pierna-
– Aun me quedan balas…
– De acuerdo, le llevaré al sitio, pero tiene que prometerme que me protegerá.
– Bien, veamos donde lo tienes…
Con Billy cojeando y apoyado en el hombro de "el Fary" los dos hombres salieron de la oscura estancia. Bajo la fina lluvia el joven malherido fue guiando al Fary que no dejaba de apuntarle ni un sólo momento. Una manzana mas allá Billy señaló una puerta a la que se dirigieron todo lo rapidamente que permitia su herida. Los dos se pararon delante de la puerta metalica situada dentro de otra puerta más grande dispuesta para la salida o entrada de coches. Corgan se dispusó a sacar una llave y "el Fary", dio un paso atras mientras seguia apuntando. Entraron. Cuando Billy encendió la luz aparecio ante ellos una pequeña estancia rectangular completamente vacia, el joven se giró con expresión sorprendida hacia el "cantante-tipoduro" y en ese momento se hizo la oscuridad.
– ¡Corgan, maldita rata!, -era una trampa, pensó "el Fary"-
En ese momento escuchó un sonoro golpe y, acto seguido, perdió el mundo de vista.
Un dolor de cabeza insoportable acompaño a las primeras imagenes borrosas que percibió nuestro protagonista.
– ¡Se esta despertando!
– Voy para alla.
La primera visión del Fary en ese momento fue la de un hombre de mediana edad rubio y de ojos azules, conocia esa cara, el teniente Gordon Summer.
– ¡Sargento Cantero!, es un placer volver a verle.
– Borra esa sonrisita Summer, y llamame Fary como todo el mundo.
– ¡Ah si!, olvidaba que desde que dejaste la policia tienes nombre artistico.
-Muy gracioso "aguijon".
– ¡¡No me llames asi imbecil!! -Fary sabía como le enfadaba a Summer que le llamaran por ese apodo-.
– Con tu permiso, Gordon, me voy a levantar.
Lentamente "el Fary" se incorporó. Una vez de pie el teniente Summer lo llevó a un sitio donde pudieran hablar a solas. Ofreció un cigarro al Fary que todavia estaba ligeramente mareado y empezó la conversación.
– Bien, ¿que sabes de todo esto?
– Nada, yo sólo pasaba por aqui.
– Esto no es una broma Cantero, hay un fiambre.
– ¿Quien?
– No te hagas el tonto conmigo, sabes que es Billy Corgan.
– ¿Corgan?, no lo sabia, me golpearon, pensé que habia sido el.
– Bien, que sabes de esto.
– Secreto profesional.
– Tienes que contarmelo.
– ¿Como a muerto?
– No te lo diré hasta que no me respondas.
– …
– De todas maneras este ya no es tu caso, es para la policia.
– Bien te lo contaré, pero quiero ver el cadaver.
– Bien.
– Todo empezó hace una semana, un tipo vino a mi despacho para que encontrara su carro.
– Continua
– Me dijó que se lo habian robado mientras el estaba de romeria, en el momento del robo el sujeto estaba durmiento.
– ¿Que valor podia tener el carro?
– Dijo que seguramente el robo fue un error. Los ladrones debieron creer que los clavos del carro eran de oro de limpios que los tenia. El carro ademas tenia el nombre del dueño grabado a fuego, "Manolo". Enseguida me pusé a buscar, me fui al camino y hablé con los romeros. Me dieron una pista y encontré los atalajes, el tipo que los tenia me dijo que se los vendio Billy y así llegué hasta el.
– ¿Y si no tiene valor porque lo quiere recuperar?
– Por motivos sentimentales, me dijo que en su carro gastó una fortuna y que en sus noches de amor llevó a la luna.
– Vaya, ya veo.
– ¿Puedo ver ya el cadaver?
– No deberia hacerlo.
– Vamos, ayudame, yo te ayude cuando tuviste lo del mensaje en la botella.
– De acuerdo, veamoslo, pero no lo toques.
El teniente Summer se dirigió al lugar donde estaba el cadaver cubierto con una sabana. "El Fary" le seguia a poca distancia fumando un celta corto. Cuando llegaron al lugar el teniente levantó la sabana. Fary contempló con repugnancia el cuerpo inerte de Corgan.
– Le han matado con un fuerte golpe en el craneo.
– Ya veo -dijo "el Fary" reprimiendo una arcada-.
– Si, le tiraron un acordeón a la cabeza.
– ¿De que calibre?
– Seguramente del 6, pero esperaremos a que lo confirmen los chicos del laboratorio-conservatorio.
– ¿Del 6?, no creo, es demasiado profundo, dejame que…
Con un rápido movimiento Summer volvió a tapar el cadaver.
– Dejalo ya, Cantero, ya has visto lo que querias.
– Pero…
– Vete a casa y deja esto a la policia.
Con un gesto de fastidio Fary se giró y se dispuso a caminar, cuando vió algo brillante en el suelo. Disimuladamente dejo caer su mechero del Pato Donald y cogió el pequeño objeto circular. Era lo que pensaba, una tecla de acordeón.
El sonido del teléfono despertó bruscamente a "el Fary" que habia dormido sentado en la silla de su despacho. Con desgana cogió el auricular y respondió a la llamada.
-Fary, "detective-cantante", ¿digame?
-Soy Escobar, ¿sabe algo de lo mio?
-Si, pero no puedo decirselo por teléfono, venga a mi despacho a eso de las 11 a.m.
-Entendido.
Después de colgar "el Fary" se dió unos minutos para situarse. Habia ido en busca de un carro a casa de un pequeño delincuente y este habia sido asesinado Sin duda algo no encajaba en esta historia, Escobar no le habia contado toda la verdad, debia de haber algo en ese carro que tuviera el suficiente valor como para matar a una persona.
5 minutos después de las 11 un timbrazo del sucio interfono de su despacho devolvio al Fary a la realidad, de la que se habia evadido pensando en los entresijos del caso, uno de los más extraños que le habia tocado presenciar en su larga carrera como "detective privado-astro de la canción" en las duras, frias y humedas calles de Manhatan.
-Jefe, el señor Escobar a llegado -dijo la voz femenina que salia del interfono-
-Bien, que pase.
La puerta se abrió y entró un hombre alto y moreno, de unos 50 años vestido elegantemente.
-Buenos dias.
-Sientese señor Escobar -dijo "el Fary" con un tono de voz ligeramente desafiante-.
-Bien usted dirá.
-No, mejor diga usted.
-¿Que quiere decir?
-Creo que usted no a sido del todo sincero conmigo en el tema del carro.
-¿De que me esta hablando? -Dijo Escobar con un tono de voz fingidamente irritado-.
-¿Para quien trabaja?
-Para nadie.
-¿Que es realmente ese carro?
-…
-¡Digamelo!, ¡ya ha muerto una persona por culpa de ese artefacto!
Escobar agachó la cabeza avergonzado, en ese momento "el Fary" se dió cuenta de que habia dado en el clavo.
-Sea lo que sea ahora mismo no esta en buenas manos…
-Bien, hablaré, pero no debe salir de esta habitación.
-Dispare.
<¡¡¡¡¡¡¡ P U M !!!!!!!! (Chiste fácil)>
–
Ese carro en realidad es un androide transformable.
-¿Que quiere decir?
-Que es algo más que un carro, marcando una clave secreta en el teclado que hay en la parte interior de la rueda derecha se transforma en un cantante de karaoke biónico llamado "Camilo VI".
-¡Dios santo!
-Si, lo hice para el bien, nunca pensé que caeria en malas manos -dijo Escobar lloriqueando-.
-Es usted un monstruo, ¿como ha sido capaz?, ahora ese carro puede estar siendo subastado al mejor postor, cualquier organización terrorista pagaria una fortuna por el.
-Si lo se, ahora me doy cuenta pero…
-¡Pero nada!, es usted un sádico.
"El Fary" cogió al asustado hombre por la solapa de la chaqueta y levantó la mano para pegarle un puñetazo, pero en el último momento se arrepintió y le soltó con desprecio.
-Vayase de aqui maldito hijo de la gran puta.
En ese momento y con un movimiento rápido Manolo Escobar empujó al Fary que cayó al suelo. Saco una pequeña pistola de su bolsillo y apuntando a su sien cantó su último "porompompero", esta vez acabado en el pum que entonó su arma.
Y ahora algo completamente diferente: EL UNICO FRUTO DEL AMOR ES LA BANANA, ES LA BANANA, o no.
"Fary" estaba haciendo grandes esfuerzos para seguir al chico que le guiaba hacia la casa de su sospechoso principal. Con Escobar muerto, Fary no tenia porqué continuar con el caso, pero él no era de esas personas que dejaban las cosas a medias (Hijos de puta!!!), estaba decidido a acabar con esto y librar al mundo de ese horrible invento que podia acabar con la armonia mundial tal y como la conocemos. Tenia como pista la tecla de acordeón, y eso era más de lo que necesitaba. La tecla, estaba hecha artesanalmente, con incrustaciones en oro y un motivo con forma de barco pesquero. Solamente una persona (por llamarle de alguna manera) podia haber hecho ese trabajo tan fino, pero hacia años que permanecia retirado viviendo como un ermitaño en lo alto de una colina.
-Mire, ¡hay esta!
Las palabras del joven guia nativo devolvieron a la realidad a nuestro "heroe-idolo", que contemplo con mirada entre absorta y sorprendida el "sancta-santorum" de aquel peligroso elemento de la sociedad. Entró sigilosamente y al llegar a la cubierta se le heló la sangre, alli yacia el cuerpo sin vida del viejo marinero con el craneo destrozado debido al impacto mortal de un acordeón…
– ¡CHANQUETE A MUERTO!, ¡CHANQUETE A MUERTO! .
El joven guia -llamado Pancho Cespedes- salió corriendo despavorido hacia el pueblo mientras Fary se quedaba arrodillado sobre la cubierta de aquel barco anclado en tierra.
Demasiadas muertes. A lo largo de su dilatada carrera "El Fary" había visto infinidad de cadaveres, pero aun hoy la sola visión de un cuerpo sin vida le seguía afectando. En pocos dias 3 personas habian muerto, y lo peor es que el caso todavía no estaba resuelto. El paradero de viejo Chanquete era conocido por muy pocas personas, una de ellas era una vieja conocida de nuestro "showman-investigador" favorito.
-Ding dong –dijo el timbre-
-¿Quien llama? –una voz debil voz femenina surgió de detras de la puerta-
-Soy "El Fary", un fenomeno social.
-¡Jose Luis!
La puerta se entreabrió y una mujer rubia de rostro demacrado asomó por la pequeña obertura.
-¿Que quieres de mi?
-Sólo hacerte unas preguntas.
-No tengo porque responderte a nada, a no ser que…
-¡Que!
-Voy muy mal de dinero.
-No te daré nada
-Va Jose Luis, si quieres me puedes hechar un polvo, va incluido en el precio-dijo ella con voz melosa…-.
-No gracias padezco agorafobia.
AVISO IMPORTANTE.
Este ha sido el mejor chiste de la historia (lo cual dice muy poco en su favor), si alguien se ha divertido poco o nada hasta ahora, que deje de leer. Si por el contrario la historia les gusta e incluso la encuentran divertida, yo no me hago responsable de las consecuencias que tenga en su salud mental (presumiblemente ya bastante deteriorada). Continuemos…
-Sigues enganchada.
-No, de verdad… –la voz temblorosa de la mujer denotaba un excesivo nerviosismo-.
-No te creo.
-…
En un arranque de furia, "El Fary" pegó una patada terrible a la puerta, que la abrió completamente y tiró al suelo a la aterrorizada Julia –que así se llamaba la mujer-. Sin darle tiempo a reaccionar, el "bajitoperograndepordentro-investigador" empezó a gritar exasperadamente.
-¡LA ULTIMA VEZ QUE TE VI DIJISTE QUE LO DEJARIAS!
-Solo necesito un poco de dinero, será la última vez, en serio…
-¡NO!, ¡DEJA ESA MIERDA!, ¿NO VES QUE TE ESTA MATANDO?
-De verdad será el ultimo, no pintaré más cuadros, sólo necesito un poco de dinero para la pintura y el lienzo, de verdad, será un cuadro pequeño, ni siquiera sera impresionista, solo un paisaje, de verdad…-el balbuceo de Julia empezaba a mezclarse con lagrimas, ella misma se daba cuenta de que estaba al borde del abismo-.
-¡Pintores! –dijo "Fary" con desprecio-, escoria de la sociedad.
Hubo una época en que él tambien pintó, por suerte vio la luz y salió a tiempo. Él sabía cuanto daño podia hacer el arte porque lo había sufrido.
-Ayudame Jose, quiero salir.
El aguerrido ex-policia se acercó a ella y le ayudo a levantarse para después fundirse en un abrazo con la desconcertada Julia.
Despues de haberse calmado (un par de porritos y un pico de heroina para pasar el mal trago) se sentaron a hablar tranquilamente. La cara de Julia, dejaba ver años de sufrimiento, demasiada cultura, demasiado olor a pintura, demasiados museos. "El Fary" no sabía como enfocar el tema, tenía muy claro a lo que venía, pero ver así a la que una vez fué su amiga, le había dejado muy tocado. Sacando fuerzas de flaqueza contó toda la historia, a medida que avanzaba, Julia iba agachando cada vez más la cabeza. Sin duda la pintora estaba metida en el asunto.
– Realmente no pensé que fuera tan grave.
– O sea que sabes algo.
Julia exhalo un largo suspiro y apuró lo que quedaba de su noveno vaso de whisky (lo que queria decir que el décimo estaba al caer).
-Hace unos meses vino una mujer, y me preguntó si sabía de alguién que fabricara acordeones.
-Y le hablaste de Chanquete.
-No, al principio no. Pero luego me trajó lienzos, pinturas, pinceles…
-Ya…
-Me dijo que trabajaba para un tipo poderoso.
-Y no sabrás una dirección o un teléfono de contacto…
-Tengo la dirección donde fui a buscar los pinceles eles eles eles.
-Bien, iré para allá.
-Ten cuidado Fary son gente muy peligrosa.
"El Fary" , se acercó a Julia y la besó. Durante unos minutos siguieron abrazados, la pintora dejó caer unas lágrimas.
-Carabirurí-carabirurá, yo no se que tienes que cada dia me gustas más.
Julia sonrió al oir estas palabras, y se separó de él no sin antes besarle de nuevo.
-Aqui tienes la dirección, Calle 99,2 oeste, cuidado y gracias.
El "cantaor-justiciero", se fué hacía la puerta que el mismo pateara antes, abrió y antes de traspasar el umbral giró la cara y esbozó una sonrisa sincera. Era la primera vez que sonreía desde que empezó este asunto.
Una vez más "El Fary" llamaba a una puerta, pero esta vez nadie abría. Nuestro heroe empezaba a impacientarse, algo fallaba. Dentro se oia una alegre canción. Decidió no esperar más, con un par de disparos reventó el cerrojo y entró decididamente dirigiendose a la estancia de donde provenia la música. "Pajaritos por aqui, pajaritos por allá", al son de esta tonadilla yacía el cuerpo inerte de una mujer junto a su acordeón que llevaba la inscripción "para MªJesus de Chanquete el cachondo". La mirada horrorizada del "Fary" se dirigió al craneo de la joven (bueno no tan joven). Le habian reventado la cabeza con una gaita, eso solamente queria decir una cosa; Hevia habia vuelto a la ciudad…
THE END???
EPITAFIO
-¿Sabes quien se ha muerto?
-¿Quien?
-EL FARY
-¿EL FARY?, ¿¿¿!!!¿¿¿ese pedazo de artista compositor y cantante de alegres tonadillas claves en el entendimiento de la música y el folklore españooooool???!!!!???
-No, "El Fary", el químico nuclear al que le dieron un Nobel por una vacuna.
-¡Aaaaah!, bueno, ¡¡¡QUE LE DEN POL CULO!!!
<EPITAFIO INSPIRADO EN UN GAG ANTOLOGICO DE FAEMINO Y CANSADO>